Yo Clara Campoamor abogada, escritora, política y defensora de los derechos de la mujer española, nacida en Madrid, he sido la “Madre del feminismo”. Impulsé el sufragio femenino en España, el cual yo pude lograr en 1931, la primera vez que se oía con tanta fuerza una voz femenina en el Congreso diciendo que no había ni razón ni justicia capaz de negar el derecho al voto de la mujer y gracias en parte a mí las mujeres pudieron votar en las elecciones de 1933, aunque me costara mi carrera política estoy muy orgullosa de lo que hice.
Fui una de las primeras mujeres en obtener un escaño en el Primer Parlamento Republicano, con el Partido Radical aunque mi partido no me apoyaba ya que pensaban que si las mujeres votaran lo harían a la derecha , acabe siendo diputada en Madrid, otras mujeres siguieron mi camino para poderse meter en temas políticos, pero otra mujer llamada Victoria me quería quitar mis ilusiones estando en mi contra y diciendo cosas como: “La mujer va a tener que esperar más años para poder votar”, decía esto porque tenía miedo de que votaran influenciadas por la Iglesia , ya que no votarían a la república. Esto eran cosas que a mí como mujer me dolían mucho, pero nunca pare de luchar por todas. En el mismo año que las mujeres pudieron votar perdí mi escaño, intente acceder al partido Izquierda Republicana, pero me negaron entrar, ya que ningún partido aprobaba mis propuestas decidí formar mi propio partido político llamado Partido Político Independiente, no tuvo éxito ya que la gente era muy cerrada y no querían innovar con cosas nuevas. Intenté promover la primera ley del divorcio y la posibilidad de abortar, por cosas como este nadie me quería apoyar.
No toda mi vida ha tenido que ver con la política, cuando escape a Argentina a causa de la Guerra Civil, escribí muchos libros sobre la mujer, no solo los escribí cuando escape, también antes de la Guerra, como:
-El derecho de la mujer en España (1936)
- La situación jurídica de la mujer española (1938)
-Mi pecado mortal
-El voto femenino y yo
Finalmente, lo que he aportado yo al mundo, pero sobre todo a las mujeres españolas nadie lo ha hecho hasta ahora y espero que todo siga adelante. Como siempre digo: “Una mujer, un voto”.
Por María Escriche
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