domingo, 2 de diciembre de 2018

CEMENTERIO DE TERUEL, por Héctor Martín

El actual cementerio que todos conocemos no es el primero que tuvo Teruel, sino que existió otro cuya ubicación nos lo confirman varios autores del siglo XIX.
El cementerio actual se construyó en 1832 y ocupa la cima de una colina 70 m más alta que la ciudad y distante de esta unos 800 m. De forma rectangular, dividido en cuatro segmentos y rodeado por una tapia, la entrada se realiza por un gran arco, tras el cual accedemos a los dos primeros patios de cementerio. Uno de ellos subdividido en cuatro apartados dedicados a columbario y nichos en pared. Seguido a este siguiendo una hilera de nichos, nos introducimos en el centro del cementerio.
Siguiendo el camino central, hallaremos dos patios con cipreses, en los cuales se encuentran las sepulturas y mausoleos, algunos erguidos con grandeza y otros de carácter más sencillo.
La fosa común existente en el cementerio de Teruel ocupa un espacio al fondo del cementerio.
La tapia que rodea todo el perímetro de camposanto está realizada en argamasa de piedras, coronadas por tejas con inclinación. El arco de entrada es de ladrillo vista.
A pesar de estas obras modernistas, la realidad es que el arte más habitual en el cementerio turolense es el de los historicismos sobre todo en los pabellones de las grandes familias, y así, es posible encontrar pabellones neorrománicos, neorenacentistas o neogóticos estos últimos los más numerosos.
En mi recorrido por el cementerio de Teruel, los epitafios son en casi todas las lápidas los mismos.
Y en todas ellas aparecen las R.I.P o D.E.P, en las lapidas más antiguas aparecen R.I.P, son las siglas de Requiescat In Pace, frase que en latín quiere decir descansa en paz. Esta sigla cada vez se usa menos, ya que el latín venía muy asociado a la iglesia, pero actualmente suele estar en desuso, así que en las lápidas de los últimos años se suele usar las siglas D.E.P, que significan en castellano Descanse En Paz y que sustituye a la sigla R.I.P.
Y en casi todas las lápidas de las tumbas de niños hacen alusión a los ángeles, tal como “Un ángel subió al cielo” o “En el cielo hay un Ángel”
Como curiosidad cabe destacar que hace aproximadamente 6 años el historiador Serafín Aldecoa inicio en fechas próximas a la celebración de todos los Santos unos recorridos por la parte alta del camposanto turolense que cada vez están teniendo más aceptación.

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